18 mayo 2014

Hospitales para niños, más humanos y menos hospitales

Viendo un telediario este fin de semana, vi la noticia de un hospital especializado en niños (además de mujeres y adolescentes), el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, en el que habían rediseñado algunos elementos de su experiencia diaria para hacer la estancia de estos especiales pacientes más agradable. Si ya para un adulto el pasar por un hospital es poco apetecible, qué decir para un niño que se ve metido en un lugar donde se hace de todo menos jugar. Precisamente lo que todos los niños fundamentalmente deberían hacer.

Había oído hablar del hospital en otras ocasiones, pero no le había prestado demasiado atención. Quizá porque afortunadamente, los niños, mujeres y adolescentes que me rodean gozan de buena salud. Y esto, como todo, no te acuerdas ni prestas atención hasta que te toca. En esta ocasión, me fijé, no por ello afortunadamente, sino porque a través de novedosas iniciativas ayudan a los niños a hacer más llevadero su paso por el centro.

Buscando información sobre este centro hospitalario, me llama primeramente la atención que en su página tienen un apartado específico de Innovación, donde podemos leer:

"Partiendo de la base de que los hospitales son el marco idóneo para generar ideas, nuestra institución quiere promover la innovación entre los profesionales y darles apoyo de manera que puedan llevar a cabo sus ideas, patentarlas y hacer el prototipo." 

Además, también encontraremos referencias a "nuevas necesidades", "cultura emprendedora", "colaboración". Ha sido todo un descubrimiento. Es quizá este afán por innovar y mejorar la vida de los pacientes, que parece inculcado en su cultura, lo que impulsa desde dentro la búsqueda de nuevas soluciones que aporten valor al paciente, que es en definitiva su cliente (o usuario). Un ejemplo para muchas empresas.

Con este marco no es de extrañar que en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, hayan decidido, entre las iniciativas que he podido conocer:
- Pintar los techos con dibujos hechos para  niños. De este modo, los niños en sus traslados en camilla o estancias en el su habitación, generalmente tumbados, podrán ver a sus "héroes" más queridos. Quizá un Bob Esponja, quizá una Dora Exploradora... cualquier motivo para que ese "paseíllo" o estancia sea más agradable.
- Recubrir los barrotes de las camas con gomaespuma de colores. Además de protegerles frente a golpes y dar color a un ambiente aséptico, les permite jugar con ellos, entretenerles, al poderse mover con facilidad.
- Nuevos diseños de los portasueros, que han sido reconvertidos en "patinetes" y diseñados para que en lugar de una tortura sean una herramienta de juego.
Son todas ellas, soluciones a problemas o necesidades que bien pudieran haberse realizado (si es que no lo han hecho) mediante un enfoque de design thinking o pensamiento de diseño. Detectado un reto del tipo "hacer que los niños sigan siendo niños en el hospital", el design thinking o pensamiento de diseño sin duda alguna podría ayudar a este hospital, a través de quien mejor conoce cómo funciona (los profesionales que trabajan allí) y qué se siente (los niños y los padres y madres), buscar posibles maneras de mejorar su estancia. Identificar elementos de mejora para focalizar las acciones y descubrir procesos manifiestamente mejorables desde el punto de vista de la experiencia de este cliente tan especial son posibles de identificar mediante la detallada definición del reto y su marco, exploración de nuevos caminos y apertura a nuevas posibilidades, evaluación de las nuevas ideas, prototipado de las viables o con mayor impacto y el análisis del resultado. Una manera rápida, enfocada y eficiente de enfrentarse a estos desafíos que permite optimizar los siempre escasos recursos. Como si de una startup se tratara.

Para este tipo de problemas este enfoque es magnífico y aporta beneficios que difícilmente son alcanzables de otro modo.

El mundo infantil es especialmente sensible en momentos de enfermedad e iniciativas como ésta del Hospital de Sant Joan de Déu de Barcelona o esta otra del Hospital La Paz de Madrid impulsada conjuntamente con la Fundación Juegaterapia, son ejemplos que deberían, copiarse en primer lugar en forma práctica, y en segundo como mentalidad a adoptar. Solamente considerando a los usuarios y clientes como el elemento esencial de una actividad, se logran este tipo de acciones que benefician a todos los implicados, a los usuarios/clientes que disfrutan de una mejor experiencia y las organizaciones porque mejoran sus resultados (económicos o no económicos).

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