01 diciembre 2013

¡Bendita diversidad!

Estaba viajando en coche en este fin de semana y mientras iba por la autovía, me acordé de una conversación que mantuve con un compañero de trabajo en uno de los múltiples viajes que pudimos compartir. Recuerdo, que en el transcurso de un trayecto a Cantabria, si no me falla la memoria, en un momento determinado, le pregunté, ¿qué ves?


Aparentemente, una pregunta bastante tonta, porque creo, aunque nunca ha confesado, fue lo que pensó. Es cierto que la pregunta no era precisamente concreta, así que la expliqué un poco. ¿Qué vas viendo por la carretera, en qué te vas fijando? En ese momento, aunque mi compañero creía todavía que se me había ido la cabeza, respondió, "pues, veo plantaciones, árboles, revegetación de taludes... lo normal". Supongo, que era "lo normal" para un biólogo. Aunque me esperaba la respuesta, también me sorprendió. Porque, como le dije, "lo normal" para mí era ver cunetas de todo tipo, peraltes, obras de drenaje, bajantes y toda suerte de elementos de drenaje. Supongo que "lo normal" para un ingeniero de caminos.

"Lo normal" es muy discutible.Y ni siquiera lo normal tiene por qué ser lo mejor ni lo más adecuado. Éste no es más que un ejemplo de lo que significa la diversidad y de la riqueza que encierra ésta. En un mismo momento, en un mismo lugar con el mismo ambiente, dos personas, viendo y entendiendo de una manera tan diferente. Esa es la base del éxito de un equipo multidisciplinar, y por supuesto de un grupo de personas con formación, vivencias y formas de ver el mundo dispares. Ni mejores, ni peores; diferentes.

La diversidad es una fuente de mejora, tanto en procesos como de soluciones. Como muestra el ejemplo, dos formas totalmente distintas y muy opuestas de entender una carretera, un elemento, a priori, poco emocional y bastante objetivo. Pues, como veis, no todo es lo que parece. 

Todo depende de los ojos del que mira. Nuestra formación, experiencia, creencias, emociones y razón filtran de una manera única que arroja un resultado interpretativo también único. Y con la puesta en común, hidridación, análisis y conjunción de todas las diferentes y únicas formas de entender un problema, se construye algo nuevo y dado su origen, también único.

El ejemplo que hoy me sirve de inspiración para esta entrada, y que viene de la vida real y del mundo de la ingeniería, bien podría aplicarse, y de hecho se aplica, al mundo que última y recurrentemente abordo en el blog: el pensamiento de diseño.

En el pensamiento de diseño, la diversidad es una de la características más deseables, sino esenciales, en un equipo para lograr resultados realmente potentes. Porque como vengo comentando, cada uno aborda la "realidad" con sus propias herramientas y del uso que cada uno hacemos de ellas, cada uno obtiene un resultado.  

El posterior proceso de filtrado, análisis conjunto, evaluación de la propuestas iniciales, contexto particular y otras condiciones que puedan existir, servirán para dejar a un lado, aunque sea temporalmente, unas determinadas alternativas frente a otras. Y así, estaremos ante un producto de la diversidad. Un producto siempre mejor del que cada uno de nosotros individualmente o un grupo homogéneo de personas obtendría. Estad seguros de ello.

Por cierto, temporalmente, en el párrafo anterior, está escrito con toda la intención. Porque lo que hoy y bajo unas determinadas condiciones parece imposible, mañana con una entorno diferente, puede ser LA GRAN IDEA.

Así que la próxima vez que tengamos un encendido debate con alguien, pensemos que posiblemente esa persona puede enseñarnos formas muy interesantes de ver "nuestra realidad". Abramos los oídos y la mente y escuchemos. No se pierde mucho. Miremos y escuchemos y hagámoslo dos veces, porque las cosas no son siempre (casi nunca) lo que parecen a nuestra simple vista. 

Es un magnífico ejercicio, también de humildad, hablar con personas diferentes, de ambientes muy dispares, con formación antagónica a la tuya e incluso con ideología opuesta. Es una práctica que tened por seguro, enriquecerá nuestra manera de mirar y nos dará mejores habilidades para entender. Recordad, observar y entender son dos habilidades fundamentales para resolver problemas. Quizá mezclarse no sea un mal entrenamiento, ¿no creéis? 

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